Hace algún tiempo cuando yo era una linda estudiante, solía tener mucho tiempo para desperdiciar y aventar pa’ rriba, aunque solía tener siempre tarea y prácticas que entregar, la mayor parte de mi tiempo lo ocupa para reír, brincar, tomar, fumar, cantar, correr, soltarme el cabello, platicar mil cosas no importantes, comer sopas maruchan, leer y besar (vaya ke besé) lo ocupaba única y solamente en mi. Y en esos días calidos o fríos llenos de color y maravillosas notas de canciones en el aire, también solía nadar en las tibias corrientes de la lectura y empaparme de todas las cosas que me encontraba en esas historia…. Hummm haaahhh !!! mi vida era tan distinta, viva al día, no me importaba lo ke sucedería el día de mañana, para mi el día siguiente no existía, solo era hoy. Tenía también mis lugares preferidos para hacer mi lectura, tenia mi refugio personal, mi guarida, mis brazos de madre, que me acogían cada que llegaba, no importando la hora o el día, siempre estaba hay mi lugar esperando maternalmente mi llegada. Era como entrar a otra dimensión, ese lugar del que les hablo era “La Casa Terán” … extraño llegar a pedir un café o un te, sentarme en una de sus mesitas en el patio y comenzar a leer, una rica taza de café, un libro y yo… esos días en los que le perteneció al gobierno fueron buenos, después privatizaron Casa Terán y no volvió a ser la misma.(lo mismo sucederá con PEMEX jajá jajá). Había una cafetería hay en la Casa, que era atendida por Verito, una mujer singular, pero por el momento no hablaré mucho acerca de ella, ya que eso merece otro post, esos días conocí hay a un grupo de adultos mayores que se reunían a leer y analizar lo que habían leído, o simplemente a intercambiar ideas respecto a diversos temas de la vida cotidiana, ese grupo era liderado por un señor al cual llamaban CHAMAN, era un hombre alto, recio, curtido, de voz grave y fuerte, con impacto, eh te ce, todo un personaje, además decía ke podía leer los ojos, y siempre me decía algo respecto a los míos, de hecho eran cosas muy peculiares y ciertas, hubo algunas cosas que me dijo, que no me atreví a aceptar abiertamente, pero sin embargo dentro de mi, en ese cuarto oscuro ke solo yo me conozco, sabia que era verdad lo que me decía, uf ke difícil aceptar nuestros monstruos.
Cada tarde asistía a maravillarme con las palabras de estos sabios personajes, era bueno!!! Esos días yo me convertía en una anciana de 80 y tantos años, reducía a los hombres a llanto y a la fortuna despreciaba, esos días al entrar a esa sala me sentía komo la anciana mas joven, komo la anciana en pañales con mucho que aprender….
Esos días ke me dedicaba a mi, que disfruta del olor del café mientras leía un libro, dichosos los días dorados que mal gaste en disfrutar.
Ahora en este día siento la nostalgia de los días que no vuelven, de las cosas que me e estado perdiendo de escuchar, me miro y me doy cuentas de los cambios, de los vuelcos que a protagonizado mi existir, cada etapa tan diferente y tan intensa, yeah tan intensamente vivida, dramáticamente…
Así como leen, era la vida de una pekeña traviesa ke le sonreía a la vida en general, ke no le atemorizaba nada, incluso el miedo más grande ke tiene ahora por ke en ese tiempo ella no sabía ke ese era su más grande miedo, así transcurrían los días de la diva de la vida y la sonrisa siempre en sus labios, así disfruto tanto sus cafés mientras leía algunas lineas, sin saber ke al mismo tiempo, escribía su propia vida.



ATT: Silvana la diva de la vida llena de drama puro y singular, para vos !!!