A pesar de mí misma te amo; eres tan vano
como hermoso, y me dice, vigilante, el orgullo:
«¿Para esto elegías? Gusto bajo es el tuyo;
no te vendas a nada, ni a un perfil de romano»
Y me dicta el deseo, tenebroso y pagano,
de abrirte un ancho tajo por donde tu murmullo
vital fuera colado... Sólo muerto mi arrullo
más dulce te envolviera, buscando boca y mano.
¿Salomé rediviva? ?Son más pobres mis gestos.
Ya para cosas trágicas malos tiempos son éstos.
Yo soy la que incompleta vive siempre su vida.
Pues no pierde su línea por una fiesta griega
y al acaso indeciso, ondulante, se pliega
con los ojos lejanos y el alma distraída.
Alfonsina Storni
3 comentarios:
cuanta verdad dice Alfonsina, y el orgullo que no perdona... pero que fuerte es el deseo que nos arrastra como hojas en su rio!
vaya si lo sabre, si esos postres de la vida alguna ves ya los deguste.
"Yo soy la que incompleta vive siempre su vida."
Palabras fuertes de un fuerte sentimiento.Señal que estamos vivas mi querida Silvana y tenemos esa maravillosa, y muchas veces penosa, capacidad de sentir.
Pero el hecho que podamos sentir, no quiere decir que vivamos en sufrimiento... ¿que no?.
lo peor que una persona vanal es una persona vanal hermosa , por que sabes que tiene rason
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